8M – Verónica, 27, militante de La Juana y estudiante de Comunicación
El 8M quisiera poder participar del paro, pero no lo voy a poder hacer porque tengo miedo de tener represalias en mi trabajo. La solución que encontré es hacer una “guardia pasiva” y ni bien pueda, o de a ratos, escaparme a la marcha.
A mí me encanta vestirme diva, me gusta verme Femme Fatal y salir así vestida implica que me acosen y que digan que es culpa mía, cuando yo lo hago porque me gusta verme así. Eso terminó haciendo que deje de salir a bailar, por ejemplo. No quiero hacerme cargo de la violencia o los deseos insatisfechos de otros.
Hay una cuestión de las relaciones personales que me parece que es necesario problematizarla. Como que en tu trabajo, por ejemplo para una marca de autos, en marketing, buscan sólo mujeres. Incluso casos de mujeres que hicieron el trabajo pero después las presentaciones las hacen los hombres porque es una marca de “hombres”. Me gustaría que los hombres nos banquen para que podamos hacer el paro. Por eso me gustó que en el acto de camioneros en Plaza de Mayo se pusieran en ese lugar. Pero también es importante que las mujeres tengamos representatividad en todos los ámbitos, porque mujeres trabajadoras y sindicales hay muchas, no puede ser que sólo seamos presentadoras o estemos siempre en segunda línea.
El 8M es algo muy importante, porque también hay muchas problemáticas que te atraviesan como trabajadora, por ejemplo. Como lo que pasó con la reforma previsional. Por eso, a las mujeres que todavía no abrazan el movimiento les diría (que) se fijen en las cosas del día a día, cuántas de las angustias y enojos que tenemos son culpa de esto. Lo que están haciendo un montón de mujeres saliendo a la calle lo están haciendo por todas.
8M – Julia, 85, jubilada
El 8 de marzo en Chicago fueron quemadas vivas un grupo de mujeres que proponían tener igualdad con los hombres, tener 8 horas de trabajo y el mismo sueldo. El feminismo es importante porque promueve esa igualdad. Por eso todas las discusiones que hay últimamente sobre la igualdad de género provocaron un cambio muy importante en mí. Hoy lo acepto completamente, cosas que antes no se hubieran aceptado.
8M – Malena, 17, militante de Nuevo Encuentro y estudiante de Derecho
Me dí cuenta de que si realmente quería activar necesitaba lograr que más gente se sintiera identificada con la causa. Por eso subo en instagram mis razones e invito a otras chicas a que compartan las suyas y a que vayamos todas juntas a la marcha. Es la única forma de ponerle fin al machismo y al patriarcado.
Creo que actualmente hay muchos problemas en el feminismo porque obviamente no es un movimiento homogéneo donde todos pensamos iguales, pero creo que eso es obvio porque todos somos diferentes, (acá pondría un punto seguido) por eso no tenemos que perder el camino peleandonos por nuestras diferencias y tenemos que centrarnos en lo que tenemos en común que es la lucha por la igualdad entre el hombre y la mujer.
Vos fijate hasta dónde llega el problema que incluso a una amiga, una noche que salió y se emborrachó, un “amigo” que la cuidó después le dijo “agradecé que no te violé, porque te podría haber violado”. Es necesario que salgamos de esa obligación de sonreír como estúpidas ante estas presiones.
Lo que hacemos no lo hacemos sólo para que las mujeres vivamos mejor, lo hacemos para que la sociedad sea mejor. Sí es cierto que a veces como estamos enojadas, porque las cosas que nos pasan ameritan que estemos enojadas, decimos alguna puteada y entonces ya no le dan pelota a lo que decimos sino a cómo lo decimos. Capaz que tenemos que trabajar un poco más en eso para que no tengan excusas para no escuchar nuestro mensaje.
Yo a partir de este movimiento también cambié, y lo primero que tenemos que hacer es darnos cuenta de las pequeñas cosas. A veces nos enojamos con otras mujeres que no son feministas, pero tenemos que hablar mucho, hablar de las cosas cotidianas, así pasó conmigo, me explicaron y lo pude entender. Así vamos a poder romper con los estereotipos y ser más felices; y así vamos a poder demostrar que no necesitamos que venga ningún macho a protegernos.
8M – Laura, 27, Comunicadora Social
El feminismo es hermoso. Yo me hice feminista primero a partir de la experiencia personal de irme a vivir sola, cuando una amiga me regaló el libro “Un cuarto propio” de Virginia Wolf, y por otra parte, cuando fui al Encuentro Nacional de Mujeres. Imaginate que antes de eso yo también decía “y por qué sólo mujeres”. Y ese encuentro fue como un “Cuarto Propio”, pero ampliado, colectivo, donde nos juntamos a repensarnos. Ahí te das cuenta que sí, lo personal es político. Hoy me siento feminista en todos los ámbitos, en todos los momentos, porque el feminismo es una forma de vivir que te abre un telón y te muestra que la realidad es mucho más diversa. Por ejemplo, no podemos pensar el género como algo binario.
El 8M es una oportunidad para visibilizar todas las causas: la violencia de género, la desigualdad salarial, las imposiciones culturales que sufrimos a diario, la violencia mediática, la revictimización a la que son sometidas las víctimas que son responsabilizadas por su modo de vestir.
Creo que los hombres también son víctimas del machismo y tienen que deconstruirse. Los hombres nacen con la obligación de ejercer una “masculinidad” agresiva y violenta, es necesario que ellos también se re piensen.
Creo que el feminismo es un movimiento revolucionario e imparable. Algunos dicen que está de moda. Y es cierto, llegamos a intrusos y ahora se venden remeras con lemas feministas en lugares que no te lo hubieras imaginado. Pero sí es una moda, aprovechémosla. El tema es no quedarse en las frases. Yo realmente me siento contemporánea de un movimiento revolucionario.
8M – Graciela, 59, maestra y actriz
Yo no siento que abrace la causa feminista como una cosa de mujeres. Siempre reivindico el feminismo como un avance a construir con los hombres. Tal vez tenga que ver con un atravesamiento cultural, yo estudié en un colegio de varones, no en un colegio mixto, éramos las primeras chicas que empezaban a avanzar en un terreno que no era propio. E incluso, si lo pienso ahora, creo que es el hombre el que tiene que revisar su condición de género porque está tan atravesado por la violencia, como generador de violencia debería repensarse, repensar su rol, su instancia vincular entre pares, con su compañera, con su familia, etc.
Me parece que la presencia masiva de mujeres en las calles del país y del mundo en el último tiempo ha visibilizado una cuestión de igualdad de derechos que todavía tienen que ser conquistados. Hoy creo que hay dos emergentes claros: violencia de género y el derecho al aborto.
Respecto de lo primero, es el hombre el que tiene que transformarse, y me preocupa ver que hay una especie de comportamiento reactivo que reproduce la violencia ante los reclamos de las mujeres.
Respecto del aborto sí creo que es una cosa más femenina. Creo que el avance de años y décadas de microdiscusiones ha puesto el tema sobre el tapete. Y si este gobierno violento y discriminador toma el tema y se lo quiere apropiar, pues bien. El movimiento de mujeres no va, no vamos a permitir que se apropie del tema. No es cierto que esto es oportunismo del gobierno, es el resultado de una lucha de años y la vamos a aprovechar nosotras, porque de aborto se muere si sos pobre.
8M – Macarena, 26, Integrante de la Sec. de Género de la Facultad de Medicina (UNLP)
Desde la secretaría de género de la Facultad de Medicina de la UNLP estamos promoviendo que las cátedras no penalicen a las mujeres que quieren marchar. Estamos haciendo todo tipo de actividades previas y bueno, ese día vamos a estar en la plaza reclamando por nuestros derechos.
Yo creo que el objetivo es que el movimiento sea cada vez más diverso en términos de clase e identidades teniendo como eje la solidaridad con las luchas que otrxs llevan en sus territorios. Si bien todas las reivindicaciones son importantes (igual salario por igual trabajo, cupo laboral trans, vivas nos queremos, etc), en esta coyuntura me parece importante llevar adelante el tema del derecho al aborto, el aborto para no morir y el aborto por decisión, ya que el martes se presentó el proyecto en el Congreso.
Pienso que lo ideal sería que cada mujer se acerque a las compañeras que tenga más cerca, encontrar esos espacios, preguntar y opinar sin miedo. Por otra parte, me gustaría que los varones que van a acompañar la lucha utilicen su lugar de trabajo para que el paro de (sacaría “el paro de” dejaría “para que las mujeres…. puedan parar… porque se repite) las mujeres heterosexuales, trans o lesbianas puedan parar.
8M – Andrea, 50, Ingeniera
Si bien fuimos evolucionando, estamos viviendo en un mundo donde según datos relevados por McKinsey Global Institute, las mujeres representan el 40 % de la fuerza de trabajo global, son responsables del 75 % del trabajo de cuidado no remunerado, pero ocupan sólo el 25 % de las posiciones gerenciales, y el 22 % en los puestos de trabajo ministeriales y gubernamentales. Las estadísticas arrojan que las mujeres ganan un 27% menos que los hombres y esta brecha asciende al 40% si se trata de cargos ejecutivos, donde, “paradójicamente”, ocupan sólo el 7% de los cargos.
Desde mi experiencia personal, tanto durante mi vida estudiantil como en el desarrollo de mi carrera, he sentido que, como mujer, había que demostrar lo que uno podía hacer mucho más que mis pares hombres. Incluso se mantiene aún hoy el prejuicio de hombres, pero también de las mismas mujeres, de suponer que si una mujer es exitosa y asciende en su carrera, no se debe “solamente” a su capacidad. Este pensamiento machista es el que tenemos que trabajar para modificarlo en nuestra sociedad.
En la vida laboral hay actitudes machistas no solamente en cuanto al liderazgo, sino también en cuanto a la decisión de contratar o no a una mujer. He escuchado muchas veces a hombres y mujeres decir que no contrarían a una mujer en edad de ser madre, porque seguro pedirían licencia por maternidad. La mayoría de las mujeres se sienten en la disyuntiva de tener que decidir postergar su carrera o abandonar su trabajo si quieren ser madres y es en esos momentos donde tenemos que apelar a nuestras redes de contención para compartir experiencias y demostrar que no son caminos excluyentes.
La Argentina está transitando un proceso de avance de las mujeres, pero aún nos queda mucho por recorrer. El cambio depende de cada uno de nosotros desde el lugar en que cada uno pueda influir.
8M – Samanta, 28, estudiante de medicina
En un momento se había hablado en la facultad de habilitarnos la falta, pero lamentablemente nuestra facultad, que está muy atravesada por la misoginia, no acompaña. Además, trabajo en negro, así que si no voy a trabajar no cobro Esto lo menciono porque “casualmente” tengo compañeros en blanco, pero son todos hombres. Igualmente a la tarde voy a ir a la movilización que se convoca a las 17hs en la plaza Moreno de La Plata, (pondría un punto) desde lo individual, porque vivo y viví injusticias por mi género y lamentablemente lo que más me motiva hoy es el miedo: me pueden violar o matar sólo porque soy mujer. Después desde lo colectivo, me moviliza la idea de estar ahí con las compañeras y visibilizar la ausencia.
El 8M es un paro internacional, así que no sé cómo será la situación particular en otros países, pero acá en Argentina creo que hoy una de las reivindicaciones más urgentes es el derecho al aborto, y en segundo lugar la violencia de género y los femicidios. Hoy en Argentina prácticamente asesinan a una mujer por día. Eso es lo más urgente, porque los dos puntos representan la eliminación física de la mujer, pero hay otras cuestiones de base que hacen a estos problemas.
Por eso es importante que todas entendamos que feminismo no “es lo mismo que el machismo pero al revés”, es un proceso de reconocimiento de la igualdad entre el hombre y la mujer. Comparar ambas cosas es comparar peras con caballos.
Los hombres (y las mujeres) tienen que entender que está bueno que el paro sea sólo de mujeres, porque de lo que se trata es de visibilizar esas diferencias. Somos opacadas en casi todas las esferas, por ejemplo ¿cuántas dirigentes sindicales mujeres hay? Hace falta mucha más representatividad. El otro día en la televisión había un debate sobre aborto y eran 4 hombres y una mujer. ¿Qué onda? Por eso me gustaría que los hombres acompañen comprendiendo que las protagonistas del Paro Internacional de Mujeres somos y tenemos que ser las mujeres, que se informen sobre nuestros reclamos, que se tomen un ratito para eso, porque es mucho más que violencia de género y aborto por lo que estamos luchando, y el Paro Internacional de Mujeres es un buen momento para que los hombres puedan cuestionar sus privilegios.
El debate, la agenda del feminismo me cambió en todos los aspectos de mi vida y lo sigue haciendo. Me hizo cuestionarme mi rol dentro de mi familia, que por supuesto al principio no es fácil, pero después todo es mucho más claro.